viernes, 20 de abril de 2012

Cuento de "caperucita" representado por nosotras

Papeles:


Caperucita 1.- Isabel
Caperucita 2.- Elena
Lobo.- Lourdes
Abuelita.- Paula
Cazador.- Carmen
Leñador.-Teresa
Madre.-Alba
Padre.-Vane


Guión:

Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
PADRE: He pasado a ver  a mi madre y esta un poco resfriada, he pensado que podría ir caperucita a visitarla.

MADRE: Si? Entonces le voy a preparar una cesta a caperucita para que se la lleve a tu madre.
(entra caperucita)

MADRE:Hija, ¿puedes llevarle esto a tu abuelita? Es un pastel, mermelada y zumo de naranja. Esta constipada.

PADRE: Date prisa y ten cuidado, que el bosque es muy peligroso, hay un lobo rondando la comarca.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...

De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.

LOBO: ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.

CAPERUCITA: casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.

LOBO: El camino mas corto, es este. (Señalándole el camino mas largo)

CAPERUCITA: Vale, muchas gracias, tengo prisa.

Caperucita  se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.
    Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un leñador que pasaba por allí habían observado la llegada del lobo.
    El lobo maniató a la Abuelita y se puso el gorro rosa de la abuela, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
  
  La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada
.
CAPERUCITA: Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!

LOBO: Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.

 CAPERUCITA: Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!

 LOBO: Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.

CAPERUCITA: Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!

LOBO: Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró.

    Mientras tanto, el leñadorse había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidió ayuda a un cazador y los dos juntos llegaron al lugar.

LEÑADOR: (cogiendo el móvil y poniéndoselo en la oreja)cuquiiiiiiiiiiiiporfavooor, tienes que venir a casa de la abuelita NOOW! Acaba de entrar un lobo supermega feroz!(Cuelga)
(Llega enseguida)

CAZADOR: Cuchi, cuchi, estas bien? Estas enterito? (lee da una vuelta sobre si mismo) Menos mal que estas sano y salvo. (le da un beso)
Entran a casa Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.

    El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. Caperucita estaba allí dentro, y salió sin ninguna herida. En ese mismo momento, abrió el armario
    Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.

    En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Madre. 



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