Cuento de "caperucita" representado por nosotras
Papeles:
Caperucita 1.- Isabel
Caperucita 2.- Elena
Lobo.- Lourdes
Abuelita.- Paula
Cazador.- Carmen
Leñador.-Teresa
Madre.-Alba
Padre.-Vane
Guión:
Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había
hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo
la llamaba Caperucita Roja.
PADRE: He pasado a ver
a mi madre y esta un poco resfriada, he pensado que podría ir caperucita
a visitarla.
MADRE: Si? Entonces le voy a preparar una cesta a
caperucita para que se la lleve a tu madre.
(entra caperucita)
MADRE:Hija, ¿puedes llevarle esto a tu abuelita? Es un
pastel, mermelada y zumo de naranja. Esta constipada.
PADRE: Date prisa y ten cuidado, que el bosque es muy
peligroso, hay un lobo rondando la comarca.
Caperucita Roja recogió la cesta
con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque
para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se
encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...
De repente vio al lobo, que era enorme, delante de
ella.
LOBO: ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su
voz ronca.
CAPERUCITA: casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.
LOBO: El camino mas corto, es este. (Señalándole el camino
mas largo)
CAPERUCITA: Vale, muchas gracias, tengo prisa.
Caperucita se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha
ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando
le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.
Mientras tanto, el lobo se fue a
casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió
pensando que era Caperucita. Un leñador que pasaba por allí habían observado la
llegada del lobo.
El lobo maniató a la Abuelita y se
puso el gorro rosa de la abuela, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo
que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la cama y vio
que su abuela estaba muy cambiada
.
.
CAPERUCITA: Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes
tienes!
LOBO: Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de
imitar la voz de la abuela.
CAPERUCITA: Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más
grandes tienes!
LOBO: Son para oírte mejor- siguió diciendo el
lobo.
CAPERUCITA: Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más
grandes tienes!
LOBO: Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto,
el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró.
Mientras tanto, el leñadorse había quedado
preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un
vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidió ayuda a un cazador
y los dos juntos llegaron al lugar.
LEÑADOR: (cogiendo el móvil y poniéndoselo en la oreja)cuquiiiiiiiiiiiiporfavooor,
tienes que venir a casa de la abuelita NOOW! Acaba de entrar un lobo supermega
feroz!(Cuelga)
(Llega enseguida)
CAZADOR: Cuchi, cuchi, estas bien? Estas enterito?
(lee da una vuelta sobre si mismo) Menos mal que estas sano y salvo. (le da un
beso)
Entran a casa Vieron la puerta de la casa abierta y al
lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.
El cazador sacó su cuchillo y rajó
el vientre del lobo. Caperucita estaba allí dentro, y salió sin ninguna herida.
En ese mismo momento, abrió el armario
Para castigar al lobo malo, el
cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el
lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un
estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el
estanque de cabeza y se ahogó.
En cuanto a Caperucita y su abuela,
no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la
lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se
encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas
recomendaciones de su Abuelita y de su Madre.
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