jueves, 19 de abril de 2012

EL CUENTO: SU VALOR EDUCATIVO.



De entre todos los materiales que podemos utilizar como base para el desarrollo de lenguaje (juguetes, dibujos, fotografías, murales, plantas, flores, animales, teatro...), sin duda el mejor es el cuento.

El cuento es un relato breve que tiene un carácter recreativo y una verdadera fuerza narrativa.

Además, el cuento es el principal motivador para iniciar una serie de aprendizajes escolares. El cuento despierta gran interés en los niños, ya que les permite:
-  Comprender hechos, sentimientos de otros.
-  Convertir lo fantástico en real.
-  Identificarse con los personajes.
-  Dar rienda suelta a su fantasía, imaginación, creatividad...
-  Suavizar tensiones y resolver estados conflictivos.

Esto hace que el profesor posea una herramienta fundamental a través de la que puede desarrollar una amplia gama de objetivos:

- Aumentar la expresión oral con un vocabulario amplio, claro, conciso y sugestivo.
-  Fomentar la creatividad del niño.
- Crear hábitos de sensibilidad artística mediante imágenes atrayentes para el niño.

Piaget afirmaba que los niños no podían seguir una historia, pero era porque, en sus estudios, utilizaban un material muy complejo. Los niños pueden seguir perfectamente la secuencia de un cuento si:

1. Las motivaciones y metas de los personajes están próximas a las suyas.
2. La secuencia causa-efecto es muy simple.
3. El material está ordenado.

Según Sara Cone Bryant, las cualidades más apreciadas por los niños en los cuentos son:

-  Rapidez de acción. A los niños no les interesa tanto lo que piensan o sienten los protagonistas, como lo que hacen. Esta preferencia del niño muestra su instinto natural.

Conviene que las acciones, motivaciones y metas de los personajes sean similares a las suyas, porque les facilitan el seguimiento de la secuencia del cuento.

-  Sencillez teñida de misterio. Se trata de cosas que oye y ve todos los días; teñidas, sin embargo, por una sombra de misterio que las hace más agradables y atrayentes. Por ejemplo, en el cuento de los tres ositos, vemos aparecer objetos familiares: una casa, una silla, una mesa, una cama; pero son los objetos de los tres osos. Ha bastado la adición de un sencillo elemento para cambiar la apariencia exacta de los objetos y dar un matiz maravilloso a la escena.

Para conseguir el halo de misterio es necesario un tono ausente de monotonía.

- Elemento reiterativo. Consiste en una determinada cantidad de repeticiones. El deseo de estas repeticiones corre paralelo a la necesidad real de reiteración que siente el niño por conocer, reconocer, asegurarse y conquistar la realidad.

Cuanto más pequeño es el niño más le gustan los cuentos cortos y de fórmula (de nunca acabar, cuentos acumulativos). Esto se debe, en parte, a que la estructura reiterativa ayuda a una mejor memorización y, en parte, a su carácter inquieto, con poca capacidad de atención y concentración, que no le permite captar totalmente el hilo de una historia.

Otra razón por la que el niño recuerda el cuento es porque se proyecta en él.

A partir de los 4 años, el niño toma mayor interés por las narraciones, sigue atentamente el relato y comprende mejor la acción. Poco a poco, llegará a hacer sus propios relatos o narraciones, que en un principio serán pobres en ideas, repetitivos, sin seguir una secuencia temporal, pero vividos de una manera extraordinaria en cuanto a expresión corporal.

A la hora de contar un cuento debemos asegurarnos de que los niños estén colocados en las mejores condiciones (semicírculo) y de que haya silencio antes de comenzar el relato.

El narrador debe haber asimilado el relato para poder contarlo, debe conocerlo perfectamente antes de difundirlo. El secreto del éxito va a residir en el grado de intensidad con que el narrador quiere transmitir su impresión al auditorio.

El narrador comenzará a contar de una manera sencilla, lógica, dramática y con entusiasmo.

Cuando nos dirigimos a niños de esta edad, no es necesario tener una reserva inagotable de cuentos. Puesto que tienen mucha más actividad física que poder de concentración, prefieren a menudo la repetición de un cuento ya conocido, que les haya gustado, antes que uno nuevo.

Alguna de las ventajas que ofrece el cuento, a nivel pedagógico, son:

-   Su estructura secuencial-lineal.
-   Personajes fácilmente reconocibles.
- Formas lingüísticas que la memoria aprende sin demasiados   obstáculos.
- Estructura abierta, flexible, que permite la memorización y la transmisión.

Como hemos visto, el valor educativo del cuento es muy amplio, aunque de forma más correcta podríamos sintetizarlo en la siguiente:

-  Crea un clima que favorece el entretenimiento y la relajación.
-  Desarrolla el lenguaje no sólo en su aspecto comunicativo sino estético y creativo.
-  Favorece el desarrollo afectivo, pues el niño, a través del cuento, podrá encontrar significado a los valores      humanos y es un elemento catártico de sus angustias y temores.
-  Favorece el desarrollo social en cuanto que le permite comprender roles y valores y es un medio de transmisión de creencias y valores.
-  Es un vehículo de la creatividad. A través de él, el niño podrá inventar nuevos cuentos o imaginar y crear   personajes.



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