viernes, 27 de abril de 2012

TRUCOS PARA QUITAR EL CHUPETE

Es verdad que muchas veces no vemos el momento idóneo para enfrentarnos al abandono definitivo de un hábito bastante arraigado en el niño. Como es lógico, no nos apetece que nuestro hijo pueda interrumpir su sueño y demande nuestra atención a horas intempestivas o quizás tememos que no lo acepte nuestra iniciativa, o a lo mejor el niño se enfrenta a situaciones, cambios o circunstancias familiares familiares que exigen de no aumentemos tensiones o quitemos privilegios.

lo mejor es "quemar las naves", no volver atrás, aguantar un poco y mostrarse firme, y, sobre todo, contar con la complicidad y colaboración de nuestro hijo.

Los padres le ayudarán,  pero es él el que toma la determinación final de prescindir de su amado chupete. Aquí, es cuando entra en juego nuestra imaginación para inventar historias creíbles sobre la pérdida fortuita del chupete o para seguir rituales preparatorios para dar el gran paso.

Historias que se pueden utilizar para quitar el chupete: 

- Hablar con el niño para convencerle de que ya es mayor. Otros niños de su edad, también mayores, ya no lo llevan y puede que piensen que es un bebé.

- El chupete puede darse como ofrenda a Papá Noel, los Reyes Magos, los duendes, el gato del vecino, un pájaro..., casi siempre a cambio de un regalito, por ser mayor.

- Darlo como donativo generoso a algún bebé más pequeño que lo necesita más.

- Decir al niño que se ha perdido y no lo encontramos en ninguna parte, o lo hemos olvidado después de un viaje fuera de nuestra ciudad (O aprovechar una situación real en el que esto ocurra verdaderamente).

- El día de su cumpleaños, como ya es mayor, él mismo decide tirarlo, a modo de ritual, a la basura (éste es mi preferido).

- Sustituirlo por un peluche que pueda acostar junto al él en su camita.

- También hay papás que el chupete lo vuelven en un objeto desagradable, mediante cortes en la tetina o dándole un aspecto feo.

- Aprovechar una posible enfermedad que afecte a su boca o que, por cualquier motivo le haga rechazar voluntariamente el chupete.



Más o menos noveladas o ficticias, estas medidas cumplen su objetivo en la gran mayoría de los casos, aunque siempre deben ofrecer un refuerzo positivo felicitando al niño por el esfuerzo y la renuncia que está protagonizando. Quizás tarden unos pocos días, pero se acostumbrarán.




No hay comentarios:

Publicar un comentario