EXPRIMIR LA VIDA 

Nos encontramos rodeados de suerte, de gente que nos quiere, de posibilidades infinitas. Y, ¿Nosotros que hacemos al respecto? Nada, nada en absoluto. Nos sentamos en una mesa, en un banco, en el suelo. Simplemente, nos sentamos y vemos como pasan las oportunidades de nuestras vidas.


Pero hoy, me he propuesto abrir los ojos, alzar la voz y levantarme. He caido en que la esperanza de vida no supera los 81 años, y he decidido, que no seré yo el que desperdicie el poco tiempo que vamos a vivir aquí, en este mundo. He despertado y he comprendido que el haber nacido y el haber conocido a toda esa gente que forma parte de nuestras vidas no es pura casualidad, no puede ser así.


Por eso, he podido deducir que si no es casualidad, es que es por algo. Es porque debo de disfrutar de la vida, exprimirla y agotarla junto a ellos, porque ahora somos jovenes, y cuando llegue a ser adulto, algun día, cuando tenga hijos, espero tener 1000 experiencias que me sirvan para educarles y aconsejarles. Y cuando llegue a la vejez, espero tener 1000 historias que contar a mis nietos, 1000 y una historias con las que dejarles con la boca abierta. Y cuando llegue la hora de abandonar, espero no irme con las manos vacias. Espero llevarme allá donde vaya, la sensación de haber tenido una vida plena en todos los sentidos, una vida de la cual he exprimido hasta el ultimo momento.


Se que puedo, y quiero hacerlo. Además, me encantaria expirar mi último aliento y dejar aquí, en todos aquellos que se quedan, la sensación y el recuerdo de una buena persona que supo aprovechar la vida.




 Así que, brindemos por ello.